Tendría que haber sido un fin de semana diferente el que acaba de pasar, de todas maneras los últimos acontecimientos han hecho que así lo fuese, ¿mejor o peor? Bueno simplemente diferente.
Teníamos una despedida con un viaje muy especial entre amigos y, es que uno de ellos, se casa dentro de poco y era su despedida de soltero, de todas maneras nada que no sea convencional, un viaje en muy buena compañía (que ya está muy bien) pero nada de espectáculos especiales y esas cosas, simplemente pasar unos días con los buenos amigos, de todas maneras yo no estaba para muchas fiestas y, además, tenía una despedida especial (eso sí, totalmente diferente a la planteada en un principio) y es que fuimos al acto de depositar las cenizas (bueno la mitad, la otra mitad irán rumbo Galicia) de mi tia en Montjuïc, acto familiar y entrañable, en fin… la vida continua, como no podría ser de otra manera.
Después de esta fatídica semana (también en lo laboral) y ya que no me podía ir, también fui un rato al Canal Olímpic a practicar un poco de golf (que lo tenía ya oxidado) y es que no hay nada mejor para evadirte de todo que concentrarte en los golpes y olvidarte del resto del mundo, y es que este fin de semana me apetecía mucho, muchísimooooo.