Este ha sido un fin de semana muy especial y es que se casaban unos amigos del pueblo y la verdad es que nos lo pasamos muy bien, ha sido un muy buen motivo para encontrarnos todos (fuera del periodo de vacaciones) para celebrar estos momentos tan maravillosos, fueron muchas horas de emociones y diversión en muy buena compañía.
La boda fue el sábado por la mañana pero nosotros llegamos el viernes por la tarde al hotel-castillo donde se celebraba la ceremonia, banquete y posterior fiesta, al estar alojados en el hotel vivimos de primera mano todos los preparativos, teniendo el privilegio de cenar con la novia y ver al novio antes de la boda. Todo fue muy bien y nos pasamos unas cuantas horas bailando y riendo entre todos, la verdad es que momentos así merece la pena vivirlos más a menudo, el domingo tocaba la vuelta a casa, eso sí, también viendo a los novios al día siguiente, todo un lujazo ;).
Ahora falta otro gran evento este verano, pero habrá que esperar a finales de julio para que nos volvamos a encontrar y es que, aunque es difícil de superar, será mucho más especial y es que uno no se casa todos los días ;).