Como os dije en un post de hace dias los sábados por la mañana juego a futbol con mis amigos del colegio, la verdad es que con el paso del tiempo cada vez nos resulta más difícil encontrar gente para jugar, ya se sabe, nuevas obligaciones como la vida en pareja, los hijos, encargos, etc… son prioritarios, totalmente normal…
Yo, de momento, soy de los que no falla nunca o, casi nunca, este sábado a causa de una lesión no pude jugar, eso sí, fuí a hacer de entrenador y ver que hacían sobre el terreno de juego y la verdad es que se ve muy diferente desde fuera.
Se ve claramente en lo que falla el equipo, como se juega, por donde nos atacan los contrarios, las faltas de una forma mucho más objetiva, eso sí, con los mismos o más nervios que cuando estás jugando porque ves lo que pasa y no puedes hacer nada para intentar solucionarlo.
En definitiva una experiencia diferente, con una nueva visión, de todas formas, prefiero vivirlo en primera persona a verlo desde fuera 😉