Después del día de turismo y relax afrontábamos la última subida de ese año. Día precioso también para una larga ascensión que se divide en dos.
Primero subida, la verdad es que más suave de lo que pensaba y la más liviana de todas las realizadas en los dos años, hasta el pueblo de Cauterets (final de alguna etapa del Tour) pueblo turístico de invierno por excelencia debido a su estación de esquí.
La segunda comienza al final de Cauterets por una carretera estrecha y empinada que conduce a la entrada del Parque Natural del Pont d’Espagne, una ascensión de 7-8 kilómetros dura de verdad, con mucho tráfico para ir al parque y un paisaje de arboleda y cascadas de los más bonitos que he visto por Francia. Toda esa ascensión es dura, no sólo por ir sorteando coches, autobuses y caravanas sino por el porcentaje que tiene, muy bonita por eso…
Con esta ascensión acabaría con dos veranos (bueno unos días) dedicados al ciclismo y los Pirineos, unos dias de vacaciones la verdad que fabulosos, por el trato, por la gente, por los paisajes, por el turismo, etc… me marqué el objetivo de hacer esto algún año más adelante (sólo o acompañado) pero con retos más lejanos y mucho más duros… los Alpes!!! Sólo el tiempo dirá si ha sido posible o no… espero que sí por eso 😉