Todos nos “movemos” en tres canales básicos de comunicación como ya vimos en otros posts anteriores (visual, auditivo, cinestésico) en uno de ellos mayoritariamente, la clave está en saber en cuál de ellos se mueve principalmente para poder adecuar nuestra presentación a su canal de comunicación.
Si nos encontramos ante una persona auditiva, le tendremos que explicar con todo detalle las características, funcionalidades de nuestro producto y servicio, el hecho de llevar una presentación o una demo o muestra del mismo será secundario y, seguramente, innecesario. En cambio si detectamos que nuestro interlocutor se mueve más en el canal visual, le dejaremos nuestra presentación para que la pueda ver sin problemas y le explicaremos lo básico sobre nuestro producto. Si nuestro interlocutor utiliza el canal cinestésico, ya le podremos dejar una presentación o explicar muy bien el producto que si no le dejamos una muestra con la que pueda tocar y experimentar difícilmente nos comprará ese producto.
La clave está en detectar, a través del movimiento de sus ojos o de las palabras que utiliza (“veo”, “escucho”, …) el canal mayoritario para así adecuar nuestra presentación mejor a sus “necesidades”, ello no nos garantizará una venta segura ni mucho menos pero sí que tendremos una parte del camino recorrido porque le habremos presentado el producto o servicio tal como mejor le va a él.