Hacía meses que no cogía la bici, la tenía en el trastero tapadita esperando su oportunidad, la verdad es que en estos meses con el frío no apetece tanto, pero este sábado no tuvimos partido de fútbol y era una oportunidad para quedar con un buen amigo y dar una vueltecita con la bici.
Cuesta levantarse, pero una vez ya estás encima de la bici rodeado de naturaleza te das cuenta que siempre merece la pena madrugar para dar una vuelta en btt. Hicimos parte de una ruta que sale de Mataró y que ya es todo un clásico en nuestras salidas, en cambio la vuelta fue una novedad para mí, volviendo por LLavaneras (sin comentario las casitas por las que pasamos en la parte alta del pueblo). Un muy buen día que invitaba a salir y es que nos cruzamos con bastante gente, tanto a pie como en bici.
Está claro que, cuando llegue el buen tiempo, se repetirán –cuando se pueda- estas salidas y es que hacer deporte, en buena compañía, rodeados de naturaleza es una de las mejores cosas que puedes hacer, bueno para mí lo es 😉
