Cada vez nos comunicamos más frecuentemente con nuestros clientes a través del correo electrónico, evidentemente que tiene sus ventajas pero también podemos tener la posibilidad de que no contesten tan asiduamente que si lo hicieran con una llamada de teléfono, si nos encontramos ante esta situación podríamos:
– Esperar un tiempo prudencial: por el hecho de que nosotros estemos acostumbrados a contestar en un intervalo de tiempo muy breve no quiere decir que todo el mundo lo haga, no nos hemos de desesperar y hemos de ser un poco pacientes con sus respuestas.
– Insistir si no contestan: si pasado un tiempo prudencial, 24-48 horas no obtenemos ninguna contestación no estaría de más insistir de nuevo ya que puede ser que le haya entrado como correo spam, por problemas técnicos o cualquier otra cuestión, insistir de nuevo no te ha de suponer nada de incordio ni mucho menos, lo hemos de hacer.
– Llamar directamente: si aún así no contesta, es evidente que no está interesado en lo que le has enviado (y como no tienen la obligación de contestar pues no lo hacen) en ese caso si el mail es importante se podría hacer una llamada para ver si lo ha recibido correctamente y ver su verdadero interés por el asunto del mail.
– Desistir en el intento: está claro que si han pasado los días y no te han respondido después de haber insistido es que no les interesa, pero no sólo eso, sino que también caen en el error de no haber contestado con lo que quedan todavía más mal, no hay nada peor que un mail sin contestación.
Lamentablemente nos encontramos muchas veces con esta situación y es algo que se debe evitar, nuestro consejo es responder todos los mails aunque no nos interese así al menos nuestra imagen corporativa y/o personal no se verá afectada por esa negativa a nuestro interés, pero es que hemos de cuidar las formas de comunicación y el mail es cada vez más importante por eso hemos de contestar 😉