Este es uno de los pensamientos más negativos que tenemos a la hora de realizar una presentación/conferencia/curso/… en público y es de los miedos más lógicos que podemos tener, pero por suerte si nos pasa esto, podemos hacer alguna de las siguientes acciones, seguramente saldremos airosos de este mal momento en la presentación:
– Resumen: si nos quedamos en blanco siempre podemos hacer un resumen de lo que hemos explicado hasta el momento o, al menos, lo más importante, así tenemos tiempo para ver qué es lo que nos hemos dejado o que se nos ha olvidado.
– Hacer preguntas: podemos realizar alguna pregunta al público sobre la ponencia o preguntar si ellos tienen alguna para realizar, si comenzamos a interactuar con ellos seguramente al cabo del tiempo nos acordaremos de aquello que se nos fue de la cabeza.
– Última palabra: una buena táctica es recordar la última palabra o párrafo que has dicho, seguro que así seguramente se te vendrá a la cabeza esa palabra o expresión que no has recordado, el hecho de repetir lo último dicho a parte de facilitar el recuerdo también te da tiempo para salir de la situación.
– Notas de apoyo: aunque dominemos el tema, seamos unos expertos, hayamos hecho la misma intervención en otras ocasiones o ensayado la misma bastantes veces nunca viene mal el apoyo de unas notas o resumen de lo más importante que explicará, siempre le pueden venir muy bien si se queda en blanco en un momento determinado de la presentación.
Estas son algunas prácticas sencillas que te ayudarán si te quedas en blanco en tu presentación para salir airoso de esta delicada situación en la que ninguno de nosotros queremos pasar y siempre tenemos la opción, nada descartable según como sea tu audiencia de admitir que te has quedado en blanco con toda naturalidad, eso sí, nunca pidiendo disculpas, las personas no somos perfectas 😉