Ya ha pasado la Semana Santa y he cumplido el objetivo, desconexión total del día a día en el que llevamos un ritmo no apto para tener una buena calidad de vida, pero es lo que hay….
Cenuquis con los amigos, descanso, alguna cena romántica, no pensar en nada del curro, nada de ordenadores ni Internet, algo de lectura, evidentemente algo de deporte tampoco podía faltar, etc, etc… en definitiva un poco de todo con tal de desconectar.
Ahora vienen para mí unos meses importantes, antes de verano cambiarán bastantes cosas, se empezarán nuevos proyectos y este descanso me ha servido para encararlos con optimismo y fuerzas que necesitaré para estos cambios (profesionales), yo tengo claro que en estos tiempos quien llora es un perdedor, y yo no lo haré, todo lo contrario, en cuanto a los retos personales tampoco tengo duda que serán para mejor 😉
