Hoy, como cada sábado, tocaba partido de Crepi, este sábado por partida doble ya que se acaba esta temporada y teníamos partidos aplazados (y no por nuestra culpa ;)) y la verdad es que peor no podían haber ido.
Y no me refiero a la lluvia, este año abonados a ella, sino por el nivel de juego y la fustración que te queda después de haberlos jugado. Está claro que no jugamos para ganar la liga ni mucho menos, ver a los amigos, hacer unas birras y explicarnos nustra penas y alegrías es el objetivo por el cual jugamos pero lo que está claro es que jugar y hacer el pena tampoco te congratula mucho.
Jugamos desorganizados, regalamos infinidad de goles tontos a los rivales, perdemos balones y nos cuesta mucho marcar goles. El balance de esta mañana 18-6 da muestra de lo que explico y más aún cuando 12-13 goles de esos 18 son claros errores nuestros que antes no se hacían -y no es cuestión de la edad- es cuestión de suerte, bueno mala suerte diría yo, la verdad es que al final te qued cara de tonto a más de un pequeño cabreo que luego en las duchas ya se va ;), en fin esperemos que la liga que empezaremos ahora tengamos más -buena- suerte 😉