Este ha sido un fin de semana un poco diferente al resto, en vez de salir por las noches (si es que se sale) con sus respectivas cenas, estuvimos de comidas los dos días, tanto sábado como domingo y la verdad es que no estuvieron nada mal.
Primero el sábado comilona en casa de unos amigos con sus hijos pequeños, hacía tiempo que no nos veíamos y la verdad es que muy bien, al final de la tarde por eso los críos ya daban síntomas de su cansancio ante tanto ajetreo seguido, mereció mucho la pena estar allí con ellos compartiendo un buen rato.
Domingo fue diferente, nos tocaba ser los anfitriones para una comida familiar y, a pesar de los primeros nervios, todo salió bastante bien y la velada fue muy agradable, se alargó bastante y todo, pero no estuvo nada mal. Este ha sido un fin de semana ajetreado pero con actividades diferentes a lo normal, lo cual también se agradece (de vez en cuando por eso ;))