A continuación enumeramos una serie de conceptos que han de incluirse en el diccionario que todo emprendedor ha de tener al lado de su escritorio 😉
Autodisciplina: voluntad propia por la que me impongo hacer lo que debo hacer y en el momento en que lo he de hacer, me guste o tenga ganas o no las tenga, para que tengamos éxito tendremos que aprender a tener, mucha autodisciplina.
Objetivos: aquellas acciones que nos proponemos hacer y que tenemos que delimitar en el tiempo para poder realizarlas, han de ser retantes pero realistas y es básico que se puedan medir para poder ver así si se consiguen o no y con una fecha de finalización.
Prioridades: hemos de saber distinguir entre lo importante y lo urgente y marcarnos una serie de prioridades que no variarán en función de las urgencias, hemos de ser rigorosos con ellas y darles máxima importancia ya que en base a ellas será como obtendremos los resultados.
Simplicidad: hemos de ser simples y claros en los conceptos, en nuestros objetivos y en nuestras estrategias, evitar las complicaciones, hemos de pensar en cómo lo vamos a conseguir y trazar un plan de acción para llevarlo a cabo, es importante la planificación pero luego toca actuar!!!
Eficaz: hay que ser eficaz o lo que es lo mismo hacer más y mejores tareas en el menor tiempo (si es que eso es posible), nos hemos de focalizar en aquello que es más importante y ser el 100×100 eficaz en esas tareas.
Rendimiento: gestionar eficazmente nuestras acciones para conseguir unos resultados planificados previamente y que nos han de aportar valor a nuestro proyecto.