Todos hemos asistido alguna vez a una reunión en la que los temas que se iban a tratar eran delicados o reuniones en la que alguno de los asistentes era un poco conflictivo, si nos toca dirigir alguna reunión de este tipo podemos poner en práctica lo siguiente:
– Preparación: todas las reuniones se tienen que preparar pero sobre todo las de este tipo, orden del día, relación de asistentes, horarios a seguir, … evitaran que, en gran medida, se puedan tocar temas conflictivos que no se incluyen en la reunión.
– Comunicación con autoridad: también dependerá del rol que juguemos en la reunión, pero si nos toca el rol de la dirección la forma en que nos comunicamos será un aspecto muy importante, tono de voz firme y comunicación clara nos ayudará en la reunión.
– Comunicación no verbal adecuada: nada de gestos bruscos ni autoritarios, malas miradas y sobretodo tranquilidad, ya sabemos que se transmite más con la comunicación no verbal que el contenido en sí mismo es por eso una faceta a tener muy en cuenta.
– Contenido detallado: nos ayudará mucho a que no se dispersen los temas hacía posturas más encontradas o conflictivas, una relación exhaustiva de lo que se tratará en la reunión nos servirá de un gran soporte para poder encauzarla mucho mejor.
Estas son algunas de las pautas a tener en cuenta para actuar en esa reunión en la que no nos sentimos a gusto por los temas conflictivos que se tratarán o por la presencia incómoda de alguno de sus asistentes, nunca hay que perder la calma y ser en todo momento uno mismo para poder encauzar de forma positiva ese tipo de reuniones.