– Cierres parciales: podemos dividir la negociación o el cierre en pequeños cierres parciales, así iremos cerrando temas, tiempo, cantidad, precio, … que nos llevará a un cierre final definitivo, todo lo que se pueda ir cerrando nos ayudará en la culminación de la negociación.
– Tratar las objeciones con soluciones: que tengan objeciones no es nada malo, quiere decir que están interesados, hemos de marcarnos un plan para solucionar esas objeciones de una forma real y comunicarlo efectivamente a la otra parte para que puedan ir tomando decisiones.
– Ser paciente: está claro que esto puede incidir en alargar la negociación pero hay que tener paciencia con la respuesta de la otra parte, el hecho de estar día tras día llamando o enviando emails sobre cómo va el tema puede al final acabar con un “no” de nuestro interlocutor antes de lo esperado.
– Interpretar el “NO”: puede ser que al final de la larga negociación nos digan que “no” a la propuesta, hemos de saber el porqué y las circunstancias, puede haber sido porque no hay un punto convincente de la propuesta, con lo que se puede revisar, puede ser por situaciones del comprador que le interesa pero no puede en ese momento, con lo que se puede posponer para más adelante, …, es importante saber la causa de ese “no” para que, en la medida de lo que esté en nuestras manos, intentar solucionarlo.
Aquí hemos dado cuatro claves que nos pueden ayudar a cerrar esa interminable venta que tenemos entre manos pero solamente veremos si nos sirven si las ponemos en práctica, yo ya lo he empezado a hacer, y me comprometo a explicaros que tal ha ido, de momento no me puedo quejar 😉