Una investigación de la Universidad Jaume I (Valencia) y la de Utrecht (Holanda) certifica que el 10% de la población activa de España es adicta al trabajo y, aunque pueda parecer lo contrario, está adicción es negativa para las empresas.
Trabajan muchas más horas de la cuenta y lo hacen por iniciativa propia, esta obsesión les impide desconectar de la oficina, para ellos no existen los festivos ni las fiestas, estas personas son menos felices, tienen una salud más débil que la media y, a la larga, su rendimiento en el trabajo va disminuyendo. En España, alrededor del 10% padece este síntoma, pero esto no sólo depende de la persona y la empresa, sino también de la sociedad, en Japón (el trabajo es muy importante) el porcentaje es el doble que aquí.
Como todos los adictos, tienden a negar lo que les sucede. «Es su mecanismo de defensa, dicen que tienen mucho trabajo cuando realmente se lo están imponiendo ellos». A continuación 10 preguntas o claves para detectar este síntoma…
1. Parece que estoy en una carrera contrarreloj.
2. Me encuentro continuamente trabajando después de que mis compañeros ya lo han dejado.
3. Para mí es importante trabajar duro incluso cuando no disfruto de lo que estoy haciendo.
4. Generalmente estoy ocupado, llevo muchos asuntos entre manos.
5. Parece que un impulso interno me lleva a trabajar duro, es como un sentimiento de que es algo que tengo que hacer tanto si quiero como si no.
6. Dedico más tiempo a trabajar que a estar con mis amigos, practicar hobbies o hacer actividades de placer.
7. Me siento obligado a trabajar duro, incluso cuando no lo disfruto.
8. Me encuentro a mí mismo haciendo dos o tres cosas al mismo tiempo, como comer y tomar notas mientras estoy hablando por teléfono.
9. Me siento culpable cuando tengo un día libre en el trabajo.
10. Me resulta difícil relajarme cuando no estoy trabajando.