Todos tenemos claro lo que significan estas tres palabras, un país, una persona y unas islas, hasta ahí todo correcto y términos totalmente independientes… o no…
Con la llegada a la presidencia del Barça de “Jan” Laporta el club ha cambiado, en la “vessant” deportiva está claro que ha ido –con altos y bajos- bastante bien, en la parcela institucional ha sido todo lo contrario y gran parte de esa culpa la tiene el abusivo protagonismo que quiere acaparar –cada día más- su presidente.
Desde hace unos meses Laporta tiene una relación extraordinaria con altos cargos y empresarios de Uzbekistán (país de dudosa reputación internacional) esto ha permitido al Barcelona ingresar unos cuantos millones de euros con clínics, amistosos, stages, … procedentes en su gran mayoría de magnates del petróleo (que nosotros sepamos), la opinión pública también conoce que Laporta tiene su bufete de abogados con el que se gana –bien- la vida.
Se ha sabido que su bufete estaba en medio del posible proceso de compra del Mallorca por parte de empresarios de ese país con una comisión más que apreciable (unos 4 millones de euros aprox.), esto es correcto, lo que resulta sospechoso es que Laporta no haya utilizado su influencia como presidente del Barça para lucrarse en sus negocios personales, dice que hay medios de comunicación que no son sus amigos y que por eso divulgan estas informaciones pero… ¿qué hay que ocultar si todo es correcto y lícito? Por cierto, hoy toca el derby, a ver con que declaraciones sale hoy el amigo 😉