Ayer por la mañana se fue uno de los grandes artífices de que en 1992 Barcelona disfrutase de unos JJOO históricos, tenía 89 años y un delicado estado de salud, siempre se le recordará por su faceta como Presidente del Comité Olímpico Internacional, pero también fue político, diplomático y empresario.
Durante poco más de 20 años fue presidente del CIO, llegó a la presidencia cuando los JJOO estaban en bancarrota, recibía boicots políticos y no eran tan populares como ahora, durante su gestión los elevó a ser el acontecimiento mundial más seguido, introdujo a los deportistas profesionales, consiguió grandes patrocinios gracias a las televisiones y luchó incansablemente contra el dopaje, si Barcelona consiguió unos JJOO fue, en gran parte gracias a él (y eso que deporte y política en teoría no tienen que ir muy relacionados).
Con su adiós se va un Príncipe de Asturias de los Deportes, Collar de la Orden de Isabel la Católica (el distintivo más alto de España), Medalla d’Or de la Generalitat, Doctor Honaris Causa por diferentes Universidades pero, por encima de todo, un amante de conseguir lo mejor para y por el deporte. Se va posiblemente el catalán más importante e influyente de todos los tiempos.