Los grandes titanes ganan con el bloqueo impuesto por el coronavirus al comercio minorista en Estados Unidos. El confinamiento eliminó de un plumazo la competencia de los negocios forzados a cerrar porque el ‘Tío Sam’ no los consideró esenciales como Walmart, Target, Costco o Amazon. La pandemia está arramplando con especial virulencia con las cadenas que tenían una posición financiera vulnerable. La imagen es desoladora, con anuncios a diario de bancarrotas y despidos masivos.
Hace años que se habla en EE UU del apocalipsis en el comercio tradicional por la transformación digital. La pandemia, sin embargo, está exacerbando ese proceso de selección que va a redefinir para siempre la industria del retail. El efecto del cierre de las tiendas amenaza la supervivencia del pequeño comercio y de las cadenas de tamaño medio que hacen de ancla en los centros comerciales.
Incluso con los 50 estados del país reabriendo ya parcialmente sus economías, será complicado contener la hemorragia en el sector con la asistencia financiera que les puso a su disposición del Tesoro y la Reserva Federal. Para empezar, EEUU cuenta con muchas más tiendas por habitante de las que necesita y la pandemia no hizo más que poner de relevancia la dependencia hacia el comercio electrónico, donde Amazon representaba el 40% de las ventas online.
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