Fue 2021 un año histórico para el fútbol: salió a Bolsa el primer club de fútbol español (Intercity), se sucedieron las ampliaciones de capital en los equipos de LaLiga, los fondos de inversión se lanzaron al deporte rey… una retahíla de movimientos a los que puso la puntilla LaLiga al sellar un acuerdo histórico con CVC, que pagará casi 2.000 millones a cambio del 8,2% del negocio de la competición durante 50 años.
¿Cómo se valoran todas estas operaciones? ¿Cuál es el balance de la irrupción de fondos en la industria? «Todo lo que sea profesionalización e incremento de la base inversora es un aspecto fundamental, este debate lo tuvimos hace 20 años cuando llegaron los private equity a España como empresas que intentan tener un ingreso económico e invierten el dinero de sus fondistas para lograr rentabilidad», valora Pedro Garrido, experto en alternativas de financiación en entidades deportivas y director del programa de especialización debt advisory del IEB.
«Igual que hay equipos que se plantean emisión de bonos, el hecho de que entre private equity, independientemente de los montantes, da un toque de sofisticación al fútbol», agrega el experto. Por eso, augura que, una vez pegado el salto, «desde ahora, en 2022 y también en los próximos años vamos a ver operaciones de esta índole en todos los ámbitos deportivos». «Se cerrarán acuerdos cada poco tiempo, puede ser incluso cada mes, porque nos estamos haciendo mayores en términos financieros, el deporte está pasando de la edad juvenil a ser adulto y lo estamos haciendo muy rápido» , avisa Garrido.
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