El Campeonato de Liga ha finalizado por esta temporada, este fin de semana hemos vivido una última jornada llena de grandes emociones, de alegrías para unos y grandes decepciones para otros, es la grandeza no sólo del fútbol sino de todos los deportes, al final siempre acaba ganando uno y el resto ha de luchar por conseguir sus objetivos y uno de los equipos que lo ha conseguido, in-extremis, ha sido el Real Zaragoza.
Durante muchas jornadas de la Liga ha permanecido en puestos de descenso, desde noviembre, incluso ha llegado a estar a una distancia bastante considerable de la salvación, con cambio de entrenadores, inestabilidad económica debido a sus elevadas pérdidas, con un presidente en el punto de mira de los aficionados y unos jugadores con una moral y ánimos por los suelos debido a los decepcionantes resultados que estaban consiguiendo. Esta tendencia que tenía como destino final la 2ª división cambió con la aparición de Manolo Jiménez haciéndose cargo de la dirección técnica del equipo.
Los inicios no fueron esperanzadores, además se encontró con un grupo de jugadores que no confiaban en sus posibilidades y a los tuvo que motivar y plantear el objetivo real de ir semana a semana jugando una final que les permitiría llegar al final de la Liga con opciones de salvarse. Los resultados, poco a poco, fueron acompañando con victorias que hacían elevar la moral y ánimos de jugadores y aficionados. Jiménez como líder del grupo ha sabido guiarlos por el camino correcto hacía la salvación a través de trabajo físico y táctico pero, sobre todo y por encima de todo, un gran trabajo mental con sus jugadores haciéndoles ver que era posible la salvación. Además nunca se ha quejado de lo que pasaba fuera del Club y de lo que les podía perjudicar (actuaciones arbitrales, …) sino de lo que pasaba dentro del equipo y lo que no le gustaba de los directivos y jugadores.
La segunda vuelta, con 8 victorias en los últimos 11 partidos ponían al conjunto maño en puestos de Champions (contabilizando los puntos de la segunda vuelta) un cambio totalmente radical a las primeras 20 jornadas, un cambio en la que la figura del entrenador ha sido, sin lugar a dudas, clave y el gran artífice de este cambio de mentalidad dentro del Club que les ha permitido quedarse en 1ª división.
Además, el apoyo incondicional de los aficionados a través de diferentes iniciativas como el #sisepuede en Redes Sociales o acompañando al equipo en sus desplazamientos ha incidido de una manera clave en la motivación de los jugadores que se transformó en un “deber” de corresponder a tanto apoyo de los aficionados. El éxito de la permanencia no ha sido fruto de la última jornada ni mucho menos sino del intenso trabajo realizado por Jiménez y su equipo técnico durante los últimos meses eso sí, esta experiencia ha de servir de aprendizaje de cara a la nueva temporada.