Este año ha sido un año de -muchos e importantes- cambios en mi vida, sólo el futuro dirá si han sido para bien o no, yo espero que sí, el mero hecho de que hayan cambios ya es bueno por sí mismo, uno de estos cambios ha sido profesional, ahora ya no trabajo por cuenta ajena sino por cuenta propia y después de 6 meses he sacado ya algunas conclusiones:
– Los trámites se tienen que reducir: no puede ser hacer tantos papeleos para gestionar el desempleo, la capitalización del mismo, el alta en autónomos, IVA, …, son muchos trámites, muchos días, muchos desplazamientos y lo peor de todo es que algunos funcionarios tampoco hacen bien su trabajo y te retrasan todo todavía más, unos te ayudan sin problemas y otros ni saben lo que tienen que hacer.
– Tienes que ser más responsable, si tienes trabajo seguramente trabajarás más que como asalariado, pero también puedes gestionar mejor tu tiempo y eso es muy valioso, todo depende de esa gestión, si lo haces bien y responsablemente sales ganando, en estos meses puedo decir que no tengo duda de eso.
– Tienes que ser más proactivo, difícilmente te llegarán proyectos nuevos si no realizas alguna acción de contacto o comercial, sea una llamada, un mail, una visita, …, no te puedes quedar tan alegremente sentado en la silla haciendo trabajo y esperar a que te salgan nuevas oportunidades.
– Fidelización constante de los clientes, básico para mí, si antes los tratabas bien ahora tiene que ser mejor, una pérdida de uno de ellos se transforma automáticamente en menos facturación, cosa que no puede pasar, aunque en estos tiempos de crisis tampoco es nada disparatado o que se retrasen en el pago, estos temas sí que ahora te repercuten directamente.
– Te sientes más sólo, no tienes a tus excompañeros al lado para comentar ese partido de fútbol, pero también para sacarte de ese aprieto con el ordenador, con internet, con ese problema del servidor, del Windows, …, en definitiva, no estás tan “arropado” ante posibles fallos tecnológicos que te puedan pasar.
– Control total de los números, planificar, planificar y planificar todavía más, hay que controlar en todo momento las finanzas, el gasto, los cobros (siempre que sea posible) y adelantarte, siempre que sea posible, a futuros movimientos (positivos o negativos) en tu cuenta bancaria.
A grandes rasgos esto sería lo que más destacaría de los primeros meses de esta nueva etapa, de todas maneras todo depende del trabajo que tengas, de la posibilidad de avanzar y encontrar nuevos clientes, trabajos, proyectos, … y adaptarte a los cambios que implica la nueva situación, de momento en eso estamos y la verdad es que con buenas sensaciones, esperemos el 2010 como el año de la consolidación 😉